Sobre Travesías (novela) de Jonathan Alexander España Eraso.
Por Juan Pablo Plata.
Al inicio Travesías parece una ficción dispuesta para tratar sobre el mundo de los pescadores y mercantes. El lenguaje inaugural discurre preciso y elástico sobre las partes, direcciones, lugares e instrumentos conocidos por quienes navegan en la barcaza El Haroldo frente al océano Pacífico, yendo y viniendo desde y para el agua dulce. Con todo, los sucesos resultan ser el desalmamiento ejecutado sobre las fisonomías de los vivos y los terrenos entre los que transcurre la historia.
Si ``travesía´´ es ir de un lugar a otro, también lo es el aire recto disparado contra un litoral y también nombra un área desértica. Esta travesía son todas las travesías referidas antes que connota la lengua española.
El viaje aquí es de lo habitual a lo aparente, de lo acuoso a lo adusto, de la muerte a lo raro e inescrutable, porque un muchacho y un perro malogrado han ido de la vigilia laboriosa hacia un mundo donde las figuras monstruosas y el múltiple Simurg depuran el mundo de todo aquello que es ajeno a su virulento mundo.
Varias mitologías y sortilegios occidentales y orientales marchan recreados por la imaginación del autor de Travesías, quien compone párrafos y frases al abrigo de la necesidad expresiva y la ligazón inusual del idioma, causando en el lector la impresión estar inmerso en una historia originada por la diestra marginalia, nada secundaria, hecha a un grimorio que enrarece todo cuanto explica.
Jonathan Alexander España Eraso, alias Juan Páramo, ha escrito un laberinto donde las transmigración de los seres y las cosas nos llevan desde un barco raso a un orco elaborado. En Travesías todo va tan claro por ir cifrado.
Etiquetas: agua, bestias, comentario, eraso, españa, horco, infierno, jonathan, mar, mercantes, mito, nave, navegar, novela, pacífico, reseña, río, travesías
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