Un juego infinito de frases inconcluso. Meditaciones sobre Enrique Vila-Matas, ganador del premio FIL de Literatura y Lenguas Romances en México. 2015.
Un juego infinito de frases inconcluso
(Texto aparecido en www.revistacoronica.com)
Por Juan Pablo Plata
Una vez vi a un escritor vampiro
caminando por Cartagena de Indias. El espectro llevaba un real e invisible
blazer rojo y era de día y de noche al mismo tiempo. Pero en realidad solo era
de noche en el espacio de su deambular. No era de noche, pero la noche era
proyectada sobre él como cuando un foco de luz ilumina a un actor o un cantante
en una tarima.
Thomas Pynchon ha puesto como epígrafe de
su novela Contraluz -Against the day- la siguiente frase de
Thelonious Sphere Monk: “Siempre es de noche o no necesitaríamos la luz. ”
Dice Dorothy Parker que fue expulsada de
una escuela religiosa por decir: “La inmaculada concepción fue una espontánea
combustión.”
Pero volvamos al escritor en el caribe, a
quien lo alumbraba la oscuridad en la ancha tarima extendida de las calles y
andenes por donde iba avistando palmeras y
mansiones de muchos siglos atrás, rejuvenecidas por sus millonarios
propietarios actuales. Recuerdo que logré verlo porque lo perseguía para sacar
de su mente y experiencia, a través de su boca, los secretos sobre la vida, la
literatura y, sobre todo, de las mujeres.
Sobre todo, esto último. Desde el
taxi grité su apellido (¡Vila-Matas!) para ver si frenaba su recorrido y podía
hablarle. No hubo oportunidad de hablarle porque enseguida entró por una puerta
blanca de madera a un centro cultural por donde la noche lo siguió iluminando.
Al día siguiente lo pude ver de nuevo
dando una charla en un festival literario donde leyó el poema Al volante del Chevrolet por la carretera de
Sintra de Fernando Pessoa frente a
Oscar Collazos, su interlocutor, y ya por ello, me pareció, que no tenía nada
que preguntarle sobre la vida. Quedaba faltando la literatura y las mujeres.
Han pasado los años y todavía leo sus
columnas, libros y declaraciones. En ese mismo festival lo entrevisté, en otro
año, junto al escritor cartagenero Orlando Echeverri Benedetti, quien sacó la
entrevista en el diario El Universal sin darme el crédito. No me molestó la
avionada, antes me hizo reír y yo hice
lo mismo -no darle el crédito- sacando la entrevista en un blog en el diario El
Tiempo. Pero lo que interesa es haberle hecho esta y otras preguntas: El
escritor colombiano Gonzalo Arango dijo alguna vez: “Pertenezco más a la vida
que a la literatura. A la hora del juicio final me gustaría más encontrarme con
las mujeres que amé que con los libros. ” ¿Qué le dice la frase, señor Vila-Matas?
Vila-Matas es reconocido por inventar
citas literarias, de poner también frases suyas como si fueran de otros autores
y viceversa. Pero sobresale no solo por esto, sino también por su constante
juego literario y su actitud vanguardista y paradójica que mira siempre a lo
mejor del pasado en las letras y el arte en general.
Ya no presiento las apócrifas citas de
otros autores y vampiros con las que Vila-Matas resuelve a veces las más
variadas cuestiones y párrafos de sus
excelsas creaciones, pues sé también que
algunas de las frases son suyas y otras oraciones son de todos.
El semestre pasado cruzamos unos mensajes
por correo electrónico porque Marla Molina leyó Aire de Dylan de Vila-Matas. Yo no había leído ese libro completo
pero al hacerlo encontré la solución al asunto de las mujeres y la vida en dos
páginas consecutivas.
Le escribí al escritor y vampiro
enamorado: la razón de este mensaje es la variación o mezcla que hizo mi amiga
Marla Molina con dos frases que aparecen en su libro Aire de Dylan casi una al lado de la otra:
1. “Cuando oscure, siempre necesitamos a
alguien.”
(Expresión atribuida a Francis Scott
Fitzgerald e investigada por los personajes de Aire de Dylan)
2. “Las mujeres son como la ayahusca. ”
Las propuestas de ella eran:
“Cuando oscurece, siempre necesitamos
ayahuasca.”
“Cuando oscurece también podríamos necesitar ayahuasca.”
En el cruce de mensajes Vila-Matas
respondió:
“No oscurece si las mujeres llegan con la ayahuasca.”
Y cerró el correo electrónico diciendo:
(Estimado Juan Pablo: por lo que observo,
se trata de un juego infinito. Una gran broma, que diría David Ayahusco
Wallace)
En realidad hablar y escribir es una broma
infinita -Infinite Jest- como el
título de la novela de David Foster Wallace y este texto que ya termina. Conversar,
borronear, citar o no citar y publicar a
otros sin mencionarlos o sí, pero modificando sus frases, no es otra cosa que
lo que los hombres llevan haciendo a otros desde siempre, desde la primera
palabra y línea escrita: burlarse de otros en serio sin que lo noten y sin
parar nunca.
Si siempre hay noche, siempre necesitamos
a alguien y ayahuasca porque siempre está oscuro. Sobreviene para acabar,
presentar la duda de si todo en esta vida no es más que una juiciosa
tergiversación y un enredo de frases para ser felices y lograr nuestros
propósitos, como hacer del día noche, así no lo sea. Como se ve, el juego no
fue infinito, porque Vila-Matas paró en seco, pero seguro en este momento
prueba otra combinación de esa frase de la ayahuasca u otra sin contárnoslo.
Pura concepción de combustión espontánea
verbal.
Etiquetas: 2015, celebración, citas, enrique, fil, frases, hipertexto, homenaje, juan, matas, palimpsesto, plata, shandy, vila, vila-matas, vilamatas
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